Receta ensaimada con figatella

En Mallorca podemos pensar diferente en muchos aspectos de la vida, pero hay una cosa que tenemos clara: la ensaimada nos gusta lisa y rellena, con chocolate y con sobrasada, con fruta escarchada y rellena de crema de cacao. Nos gusta para desayunar, para merendar, de postre y, por qué no, para entonar el cuerpo las mañanas de año nuevo.

En Mallorca la ensaimada más que una comida es una religión. No nos gusta encasillarla porque nos gusta siempre, dulce, salada, sola o acompañada.

Xesc Reina, maestro charcutero de Can Company al que siempre le gusta dar una vuelta de tuerca, va un paso más allá y nos enseña cómo una buena ensaimada puede convertirse en el mejor pan de molde del mundo.

Una receta sencilla, atemporal y al alcance de todo el mundo (sí, sí, incluso si no has tocado una sartén en tu vida).

Una ensaimada abierta por la mitad y rellena de figatella de Can Company, un embutido tradicional de Mallorca hecho a partir del hígado de cerdo y que, recuperado y actualizado, se presenta con más carnes magras, menos grasa, muchas especias y multitud hierbas de Mallorca.

Un embutido mallorquín tradicional que, combinado con una buena ensaimada, hará las delicias de los paladares más atrevidos.

¿Queréis intentarlo en casa? Estamos seguros de que repetiréis:

- Abrir la ensaimada por la mitad, igual que si fuéramos a hacer un bocadillo.

- Lo rellenamos de figatella cortada a rodajas, ensalada y generosa dosis de mermelada de naranja

- Tapamos y cubrimos con un poco de azúcar por encima. Así el azúcar que se queme quedará crujiente y, junto a la manteca de la ensaimada, conseguiremos dos texturas muy interesantes: la untuosidad de la manteca y el crujiente del azúcar.

- Lo metemos en la sandwichera durante un minuto (o el tiempo que os guste) y, al sacarlo, volvemos a espolvorear un poco de azúcar para darle color.  

- Rematamos el plato con un manojito de hinojo para darle un último toque mallorquín.

Lo mejor de esta elaboración es su versatilidad. Ya que se puede hacer con sobrasada, con botifarra, con coca de patata o con pan de molde. Lo importante es que dejemos volar nuestra imaginación y disfrutemos de jugar con buenos productos.

¿Os animáis?